Consejos del hijo de Buda: Ayudar

Un maestro oriental iba paseando por ahi, ligeramente perdido en sus pensamientos, ya que no recordaba que día le vencía Ingresos Brutos. En un momento, se sentó en su mesa predilecta del bar de la esquina y se pidió un Vermú. Al llegar su vaso, y viendo como un alacrán se ahogaba en la infusión etílica, decidió rescatarlo. Cuando lo hizo, el alacrán lo picó.

Debido a la reacción al dolor, porque no era un fakir sino un simple gurú como Jorge Hane, lo soltó y el animal cayó al vaso nuevamente. El maestro intentó sacarlo otra vez, pero el alacrán volvió a picarlo.

Un curioso de los que nunca falta, que habia visto todo, se acercó al maestro y le dijo, como si supiera:

"Disculpe, jefe, ¿pero usté es boludo o se hace? ¿No se da cuenta que cada vez que intente sacarlo del vaso el alacrán lo va a picar?"

A lo que el maestro mirolo, escupiole un carozo de aceitunas y respondiole con voz clara y argentina:

"La naturaleza del alacrán es picar, porque es un bicho bien hijo de puta, pero eso no va a cambiar la mia, que es ayudar. ¿Me seguís o te hago un croquis?".

Y entonces, ayudándose de una servilleta usada, el maestro sacó al animalito del Vermú y le salvó la vida.

Acto seguido, lo clavó con dos chinches a la mesa del bar y comenzó a increparle: "A ver si ahora te hacés el pija, ¿eh?" mientras lo quemaba con un cigarrillo.

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma revancha.

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