Debido a la reacción al dolor, porque no era un fakir sino un simple gurú como Jorge Hane, lo soltó y el animal cayó al vaso nuevamente. El maestro intentó sacarlo otra vez, pero el alacrán volvió a picarlo.
Un curioso de los que nunca falta, que habia visto todo, se acercó al maestro y le dijo, como si supiera:

"La naturaleza del alacrán es picar, porque es un bicho bien hijo de puta, pero eso no va a cambiar la mia, que es ayudar. ¿Me seguís o te hago un croquis?".
Y entonces, ayudándose de una servilleta usada, el maestro sacó al animalito del Vermú y le salvó la vida.
Acto seguido, lo clavó con dos chinches a la mesa del bar y comenzó a increparle: "A ver si ahora te hacés el pija, ¿eh?" mientras lo quemaba con un cigarrillo.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma revancha.
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